Entrevista al Padre Luis Montes, sacerdote en Irak: «La respuesta de Occidente al genocidio de los cristianos es una vergüenza»

Excepcional!
Que testimonio más impactante.
Lo que debemos a quienes sufren y mueren por ser cristianos y a quienes están a su lado corriendo los mismos riesgos.
Que Dios les bendiga a unos y otros y que les proteja con la intercesión de su Santísima Madre y de sus Ángeles Custodios.

¡Hola! Lo primero dar las gracias por darnos a conocer estas situaciones que se están dando, pues es lo primero para poder hacer algo. He estado pensando sobre esto un tiempo, según han ido sucediendo los acontecimientos, y pienso que la ORACIÓN es el arma más poderosa que tenemos para cambiar la situación, pues ya nos dijo Cristo, que puede hacer Hijos de Abraham de las piedras, que pidamos y se nos dará …., deseo sinceramente la conversión de los que están inundados por el odio. Además, pienso que cada uno individualmente hemos de procurar vivir el amor de Dios, que Cristo nos enseñó con su ejemplo, y que nos sigue enseñando, entregandose a nosotros en La Eucaristía, desterrando el odio que nace en nuestros corazones, procurando dar, perdonando y olvidando, corrigiendo con cariño, acompañando al que está sólo, sembrando alegría, …. dentro de lo que cada uno es y puede. Además, creo que nos toca ahora ser más activos colectivamente, también, organizarnos para exigir un plan de ayuda concreto que implique a todos los ciudadanos europeos o/y de otros países que quieran ayudar, formandonos y teniendo en cuenta las disposiciones de los que queremos ayudar de forma efectiva, pero que no sabemos cómo, o disponemos de muy pocos medios. No ha sido así cuando hemos estado en guerra? Ahora, otros están sufriendo las consecuencias de la guerra en sus carnes, y las mafias y los terroristas andan activos para llevar a cabo sus intereses, abusando de la debilidad y fragilidad de todas esas personas. Hemos de evitar males mayores en el futuro, y actuar en el presente, pues el caldo de cultivo de los terroristas es la desesperación de estas personas. Creo que es urgente que nos impliquemos y nos esforcemos por llevar a cabo un plan integrador y a su vez ser inteligentes e implacables con aquellos que actúan deliberadamente contra la vida y su dignidad, si siembran el odio, si no respetan la vida, si atentan gravemente su dignidad, que sean deportados,; y a su vez, actuar en los países de orígen, y resolver la problemática allí, para que estas personas puedan volver a sus países lo antes posible. Es importantísima, la ORGANIZACIÓN, la COLABORACIÓN, la INFORMACIÓN, pues estoy segura de que somos muchos más los que deseamos una situación pacífica, y la salvaguarda de los derechos humanos en cualquier parte del mundo, frente a los que quieren doblegarnos a su antojo y capricho destruyendo dichos derechos, pero hemos de ser más ACTIVOS, y ORGANIZADOS.