Durante el pasado mes de marzo, el Obispo de San Sebastián, Monseñor Munilla, ha recibido diferentes ataques, tanto de grupos de su diócesis como de políticos. Por una parte, a comienzo del mes, el colectivo de sacerdotes, religiosos y laicos de Guipúzcoa “Eutsi Berrituz” presentó un documento en el que, creyéndose garante moral de toda la Diócesis, concluía que Munilla no es el Obispo que necesitan (puedes leer el documento completo aquí).
Sin duda esta asociación quiere hacer callar a su Prelado por difundir la doctrina de la Iglesia Católica e imponer sus propias ideas sobre todos los fieles de San Sebastián. Hace tres años, cuando Monseñor Munilla fue enviado a la Diócesis de San Sebastián, ya salieron a la luz todo tipo de críticas hacia el Obispo por no alabar las ideas de unos cuántos en una zona de España especialmente convulsa. Ahora, basándose en datos no contrastados, quieren echarle de la diócesis por no hacerles el juego.
Por otra parte, tras una homilía el Viernes Santo en la Catedral del Buen Pastor de San Sebastián en la que Monseñor Munilla afirmó que el aborto supone una “masacre de inocentes” y un “holocausto silencioso”, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, criticó desde su perfil en facebook al Obispo. “¿Qué sabrá Munilla de los embarazos no deseados?, ¡De las dificultades enormes de muchas mujeres que no pueden, sencillamente no pueden hacerse cargo de otra maternidad!¿Qué sabrá Munilla de la libertad que reclaman las mujeres desde hace siglos?”. “Esa libertad que la Iglesia oficial les ha negado siempre…”, escribía Valenciano.
Parece que Valenciano quiere imponer lo que un Obispo puede o no decir dentro de su Catedral.
Por todo ello, el OLRC y la Asociación Enraizados te ofrece la posibilidad de escribir a Monseñor Munilla para ofrecerle tu apoyo ante las críticas que está recibiendo y que intentan coartar su libertad de expresión y su trabajo pastoral. Sabemos que las espaldas de Monseñor Munilla son amplias y que su fuerza y fortaleza es Aquel que le ha elegido pero también queremos ofrecer nuestro grano de arena en forma de aliento y de oración por su persona.