Querido amigo del Observatorio:
Como sabes, hace una semana explotó en Madrid un edificio que pertenecía a la Archidiócesis de la capital. Era usado como despachos parroquiales de la iglesia de la Virgen de la Paloma y residencia sacerdotal. El accidente causó cuatro muertos, entre ellos un sacerdote de 36 años y un feligrés, padre de familia numerosa, de 35 años.
En cuanto se conoció la noticia, aún sin tener datos, algunos desalmados (se podría decir algo más fuerte pero me contendré…), escudándose una vez más en el anonimato, empezaron a comentar en redes sociales que la Iglesia habría contratado a cualquiera que no supiera nada de calderas para ahorrarse un dinero, “al igual que se ahorran el IBI” y que esa sería la causa de la explosión.
Luego, derivaron a hacer bromas aún peores, considerando a todos los sacerdotes como pederastas. Te dejo algunos ejemplos:
- “Si es la vivienda de los curas, cruzo los dedos para que no haya niños heridos en la explosión”.
- “Tres abusadores menos, digo, tres sacerdotes menos por la explosión en Madrid”
- “Espero que los curas de la explosión aprovecharan el impulso para llegar rápido al cielo”
- ¿Qué pensarán los religiosos sobre la explosión en donde vivían los sacerdotes? ¿Qué es un castigo divino?
Me imagino que twitter no ha cerrado ninguna de estas cuentas. Sí que le anuló la cuenta a un sacerdote que contestó a un tuit con un refrán tan español como “cuando seas padre, comerás huevos” ¡porque era acoso!
Como hemos visto con los tuits anteriormente citados en relación a la explosión de Madrid, está claro que algunos aprovechan cualquier momento, por triste que sea para una comunidad, para soltar su odio religioso.
Pero una vez más, estas noticias pasan desapercibidas.
Comparte este artículo con tus contactos para que ellos también puedan conocer los ataques en la red a los católicos tras la explosión.
Muchas gracias por defender la libertad religiosa.
Recibe un fuerte abrazo,
María García
OLRC
P.D: Ayer estuvimos presentes en la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan contra los Delitos de Odio, presidida por el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Allí, le dijimos cara a cara que deben investigar estos delitos de odio que se cometen en las redes contra los creyentes, así como respetar los símbolos religiosos y el derecho a la libertad religiosa durante la pandemia.