El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se han reunido este lunes con representantes de diferentes iglesias para analizar la “Primavera árabe”. En este encuentro, los máximos representantes de la Unión Europea han pedido que se proteja a la minoría cristiana en estos países, tras los ataques perpetrados en los últimos meses en países como Egipto.
El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) quiere felicitar a la Unión Europea por este compromiso con los cristianos perseguidos en países árabes. Para Pablo Molinero, presidente del OLRC, “ningún país es verdaderamente libre si no protege la libertad religiosa. Las revueltas en los países árabes pueden implantar el ejercicio de libertades para los ciudadanos, pero si no garantizan el derecho a profesar la religión propia, no habrán conseguido completamente su fin”.
“Los representantes de la Unión Europea han demostrado que verdaderamente les interesa que los países de su entorno cuenten con libertades y que les importa que exista una verdadera libertad religiosa en el mundo. Actualmente, el cristianismo es la religión más perseguida. Ante esta realidad, nuestros políticos y nosotros como ciudadanos no podemos mirar para otro lado”, ha remarcado Molinero.
El OLRC quiere recordar, en este sentido, que la ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez, junto con sus homólogos portugués, luxemburgués, irlandés y chipriota, rechazaron en febrero de este año un documento, impulsado por el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, que condenaba los atentados cometidos contra cristianos en Irak y Egipto.
Por ello, Pablo Molinero pide que “los políticos españoles, así como a los de los otros países europeos, se unan a esta nueva iniciativa de la Comisión Europea y el Consejo de Europa y muestren su apoyo a todas aquellas personas que son perseguidas a causa de su fe, dejando de lado prejuicios o sesgos ideológicos”.
Por último, el OLRC pide que las conclusiones a las que se ha llegado tras esta reunión sean llevadas a la práctica y no se queden simplemente en el papel, pues la vida de muchos cristianos continúa ahora mismo en peligro en estos países.