- El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia ha asistido al VI Congreso Mundial de las Familias.
- Demandamos que las autoridades luchen con claridad a favor de la libertad religiosa y recordamos que en España y en Europa aún no se protege totalmente este derecho fundamental.
Este fin de semana ha tenido lugar en Madrid el VI World Congress of Families – VI Congreso Mundial de las Familias. En él se han tratado una serie de temas de interés social, entre ellos la libertad religiosa y la persecución de cristianos en el mundo debido a su fe y convicciones religiosas. En la conferencia dedicada a este tema se han dado datos como que en el mundo más de 350 millones de cristianos son perseguidos o discriminados por profesar su fe sin que las autoridades nacionales ni organizaciones supranacionales como la ONU tomen cartas en el asunto, a pesar de que el derecho fundamental a la libertad religiosa está recogido en el artículo 18 de la Carta de Derechos Humanos.
Este derecho no se limita sólo a la libertad de culto, sino que también incluye el derecho a la manifestación pública de la fe y a la participación e influencia de los cristianos en la vida pública. Claro ejemplo de violación de este derecho es el ataque indiscriminado que ha sufrido Monseñor Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares (Madrid) por enseñar la Doctrina de la Iglesia.
Otros ejemplos de discriminación menos vistosos son:
– La obligación y presión social sobre los farmacéuticos católicos, que son obligados a dispensar una píldora que es abortiva.
– Médicos forzados a practicar abortos.
– Agencias de adopción obligadas a cerrar por no querer que los niños sean adoptados por parejas homosexuales.
– Funcionarios presionados para casar a parejas homosexuales.
En España y en Europa no se queman iglesias como en Nigeria y otros países, pero se limita la libertad religiosa, por ejemplo de todas estas formas indicadas anteriormente, violando también el derecho de libertad de conciencia.
Pedro Golmayo, presidente del OLRC, pide a las autoridades de este país y a la comunidad internacional “que luchen con más claridad y firmeza en la defensa de la libertad religiosa y de conciencia a nivel nacional e internacional y que se tengan presentes las ideas puestas en común en este Congreso Mundial de las Familias”. “De esta forma –prosigue Golmayo- podremos decir que en una sociedad democrática como la española y la europea se respeta íntegramente el derecho a la libertad religiosa y de conciencia, lo que sin duda beneficia a la sociedad civil”.