España, tierra de las cruces quebradas por odio a los cristianos

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Querido amigo del Observatorio: Quiero compartir contigo este artículo de análisis que acaba de publicar el medio italiano “La brújula cotidiana” (te enlazo la versión en español), escrito por nuestra presidenta, María García, a partir de la eliminación de la cruz en Aguilar de la Frontera. Como ves, este tema no solo interesa en España. Es inadmisible que estos talibanes del siglo XXI, con la excusa de la ley de memoria histórica preparada a su medida, estén eliminando símbolos religiosos, que es lo que finalmente buscan. Por favor, si puedes comparte este artículo con tus contactos.

El furor ideológico de los ayuntamientos de Podemos, PSOE e Izquierda Unida está provocando episodios desconcertantes de eliminación de los símbolos cristianos con la excusa del antifranquismo. La última cruz fue desmontada y arrojada a un vertedero en la provincia de Córdoba ante la mirada turbada de los ciudadanos. Se trata de monumentos instalados al final de la guerra civil y que se han convertido en símbolos de devoción y memoria. Desde hace años, la izquierda desmantela y destruye los símbolos religiosos. Y también el primer ministro Sánchez promete batalla en contra de la cruz que perpetúa «el recuerdo del odio».

Esta semana el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba, España), gobernado por Izquierda Unida, ha decidido quitar la “Cruz del Llanito de las Descalzas”, amparándose en la ley de Memoria Histórica. La cruz se construyó en 1938 y estaba acompañada de una placa con los muertos en el bando nacional durante la Guerra Civil. Sin embargo, esa conmemoración se quitó en los años 80.

¿Por qué entonces el Ayuntamiento de Izquierda Unida ha decidido quitar esta cruz ahora, convirtiéndose en unos verdaderos talibanes del siglo XXI? Desde la concejalía de Cultura del consistorio argumentan que “tapaba el monasterio” que tiene a sus espaldas, mientras que la alcaldesa dice que se trataba de una “anomalía democrática”.

Respuesta ciudadana
La Asociación de Abogados Cristianos, valientes como siempre, ya han denunciado los hechos, como llevan haciendo años ante la eliminación de símbolos cristianos. Las religiosas del convento, humildes, fueron al lugar a pedir los restos de la cruz para venerarla dentro de su convento y para rezar por los que han hecho esta barbaridad. Por su parte, unos jóvenes, heroicos, colocaron otra cruz en su lugar. Horas más tardes, la cruz original aparecía en un vertedero. Mientras, Izquierda Unida se encargaba de criticar al obispo de la ciudad, que en una homilía dijo que los cristianos perdonan, pero “apuntan” y que lo tendrían en cuenta a la hora de votar en las próximas elecciones.

Amparándose en la ley de Memoria Histórica, con la que se pretende eliminar todo “vestigio” del franquismo, como si no hubiera existido, los partidos de la izquierda en España han eliminado ya varias cruces, y parece que lo seguirán haciendo. Su “gran logro” sería acabar con la Cruz del Valle de los Caídos, de 150 metros de altura. Así, los senadores del Grupo Izquierda Conferederal, formado por varios partidos, presentaron el año pasado una proposición no de ley para llevarlo a cabo.

Otras cruces eliminadas antes de Aguilar
En 2014, el Tribunal Superior resolvió que la Cruz de la Muela (Orihuela, Alicante) no comprometía la aconfesionalidad del Estado. Parece que, siete años después, la izquierda ha encontrado su ley para eliminar símbolos cristianos.

En 2017, el alcalde de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona), de Esquerra Republicana de Cataluña, retiró una cruz sin previo aviso, ante la sorpresa de los vecinos. PSOE y Podemos intentaron hacer lo mismo con una cruz en Orgiva (Granada), y lo lograron en Cuevas del Becerro (Málaga) en 2018.

Ese mismo año, el consistorio de Callosa de Segura (Alicante) eliminó este símbolo cristiano de sus calles, no sin una gran oposición de buena parte de los vecinos, que una y otra vez colocaban otra cruz en su lugar, que el Ayuntamiento volvía a retirar. Incluso proyectaron desde la casa de una de las vecinas, Teresa Agulló, una luz en forma de cruz. Estos ciudadanos fueron multados por ello, en una verdadera persecución del alcalde socialista, Fran Maciá, contra ellos. La Consejera de Justicia de la Comunidad Valenciana también se unió al “linchamiento” social contra estos cristianos, describiendo su actuación como “un espectáculo lamentable”. Un año antes de estos acontecimientos, en el municipio habían aparecido pintadas de “Fuego a la cruz”.

Algo parecido ocurre en Castellón con la Cruz del Parque de Ribalta, que ha sido vandalizada con grafitis en numerosas ocasiones por grupos de extrema izquierda. La alcaldesa Amparo Marco (PSOE) busca eliminarla directamente, y en ello anda desde 2017.

En la misma provincia, el Ayuntamiento de La Vall d’Uixó, gobernado por PSOE, Izquierda Unida y Compromís, eliminó una cruz en junio de 2018. La primera tarde que lo intentaron los vecinos consiguieron pararlo gracias a su oposición física, pero la segunda, aparecieron cuatro furgones de antidisturbios para “disuadirlos”.

Actualmente la izquierda tiene “entre ceja y ceja” la cruz de Cáceres. El asunto ha llegado hasta el Senado y, respondiendo a una pregunta parlamentaria de Compromís, el gobierno de Pedro Sánchez ha respondido que este símbolo perpetúa “el recuerdo del odio”.

No buscan eliminar monumentos o símbolos de la época franquista; buscan eliminar la Cruz.


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