Desgraciadamente, no podemos dejar de tratar este tema: las persecuciones hacia los cristianos en muchos lugares. Los seguidores de Jesucristo que viven en países como Nigeria o Egipto, por poner dos ejemplos, tienen que vivir las fiestas de Navidad, las más importantes para los cristianos junto a la Semana Santa, con temor incluso a la muerte por profesar su fe. Les pueden poner una bomba en su casa o cuando van a la Iglesia. Es imposible de comprender como el odio a la religión puede llegar a tal extremo.
Entre dulces y regalos y unos días llenos de comida y encuentros con familia y amigos, recordemos a todas estas personas que no viven unos días tan plácidos como los nuestros. Es angustioso y desgarrador que en Navidad tengamos que seguir hablando de ello porque estos episodios no cesan ni en estos días.
María García
Responsable de prensa del OLRC