Artículo contra la protección jurídica de los sentimientos religiosos

La protección jurídico-penal, o simplemente jurídica, de sentimientos religiosos es tan inadecuada como, en el fondo, radicalmente ridícula. ¡Qué débil arraigo deben tener esos sentimientos religiosos que necesitan de la ley penal para conservarse y no verse inquietados!