El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha cambiado el nombre de la calle Santa Magdalena por el de “Magdalena E. Blanc”. Ahora va a por las calles San Rafael, Santa Rosa y Santa Ágata.
Pide al alcalde de Barcelona que no elimine las calles de santos.
Firma esta petición.
Estas calles llevan ese nombre en la ciudad condal desde el siglo XIX. Pero el socialista Collboni quiere eliminar buena parte de la presencia religiosa de la ciudad.
Solo el 6% de las calles de Barcelona llevan nombres de santos. Pero, si no lo paramos, el porcentaje será mucho menor.
Frena a Collboni y su laicismo radical.
El laicismo radical está campando a sus anchas en España.
Quieren a los creyentes encerrados en sus casas y los templos, que no se les oiga. Y eliminar de la vida pública todo lo que tenga algo que ver con el cristianismo.
Firma: Frena a Collboni y su laicismo radical.
Tu firma le llegará al alcalde Jaume Collboni, del Partido Socialista, y a todos los grupos políticos municipales.
Esta es la carta que les llegará:
A la atención de Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, y a los portavoces de los grupos municipales:
Les pido que no eliminen los nombres de las calles San Rafael, Santa Rosa y Santa Ágata del callejero de la ciudad, y que repongan el nombre de la calle Santa Magdalena.
Este laicismo radical del PSOE y sus socios pretende eliminar buena parte de la presencia religiosa de la ciudad.
Estas calles llevan con ese nombre desde el siglo XIX. Cambiarlas es un grave error.
12 comentarios
No podrán acabar con nuestros Santos, Fé, religión, tradición, cultura historia, en definitiva nuestras raíces cristianas, no podemos permitirles tanta fechoría. Defendamos nuestros principios, seamos fieles y coherentes con nuestra fé.
lo peor es que el siguiente alcalde no devolverá los nombres anteriores a las calles afectadas para no perjudicar por segunda vez a quienes viven o tienen sus empresas en ellas, obligándoles a cambiar otra vez su documentación y gastar en ello tiempo y dinero. Se quedarán así y ya está.
La misión de un alcalde es velar y respetar todas las iniciativas y maneras de pensar de los ciudadanos si son buenas y no hacen mal a nadie. Como es el caso de los católicos.
No se como es posible que haga tanto daño ver nombres de Santos en las calles o edificios en pueblos y ciudades. Yo estoy seguro que esas personas que les hace tanto daño verlo, están bautizadas. Que recuerden a sus padres, que fueron quien les bautizaron polrque querian lo mejor para ellos, pues la fé no enjendra ÓDIO ni enfrenta a unas personas con otras, si no que hace que nos respetemos unos a otros para vivir en mutua convivencia que es a lo que nos ayuda la vida religiosa.
Cualquier persona de buena fe no engendra odios con sus comentarios.
Hay que respetar a TODOS los colectivos. No sólo a los que hacen ruido.
Si en Madrid cambiaran el nombre de la Plaza de Pedro Zerolo dirían que es un “delito de odio”. ¿Como llamamos a esto que pasa en Barcelona?
No cambien las calles de nombre. Su creencia -quizás la de que Dios no existe, ni que haya habido personas que han sido ejemplares en sus vidas, también de amor a los demás- no les autoriza a borrarlas. Deben respetar las creencias de los demás. Lo contrario equivaldría a que, quienes creen puedan hacer lo mismo que usted pero en contra de lo que usted piensa.
Es el odio por todo lo cristiano porque saben que es parte de nuestra esencia y cultura y lo único que nos protege contra el globalismo, quieren dejarnos huérfanos porque saben que la religión es el elemento que vértebra al ser humano y a cualquier sociedad.
En una Democracia se deben respetar las creencias de los demás y no ofender sus sentimientos religiosos. ¿A que no se atreven a quitar la cruz del escudo de Barcelona?
Los santos nunca han hecho nada en contra de la sociedad… sino todo lo contrario: han dedicado su vida a hacer todo el BIEN, que han podido… Han amado al Prójimo porque Cristo así se lo pide a los que le siguen… y todos los santos han pertenecido a ese HUMANISMO, que dijo Pablo VI: “Un humanismo sin Dios… acaba destruyendo al mismo ser humano”.
Respetar la historia cuando está hace bien a personas
Para entender el presente, hay que respetar el pasado.